EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS
CAPÍTULO III
LA AYUDA VA EN CAMINO
Autora: Elizabeth Segoviano ©Copy Right
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Algo muy extraño comenzó a suceder desde
que Nani había partido de la ciudad, si bien las pesadillas de Soleil se habían
detenido tan abruptamente como iniciaron, la niña notaba que sus amigos estaban
cambiando, siempre estaban nerviosos, agotados y se enojaban a la menor provocación,
era como si estuvieran convirtiéndose en sombras ...
Justo como le había sucedido a ella antes
de que su abuela llegara ... pero los pensamientos de Soleil se vieron
interrumpidos al ver que sus compañeros comenzaban a rodearla.
A simple vista parecían los niños de
siempre, pero al mirar al piso, Soleil notó que sus sombras no eran normales,
sus sombras tenían el aspecto de aquellos monstruos que había dibujado y
quemado, la niña no podía creer lo que veía ¿cómo era posible? ... de repente
Soleil lo comprendió ¡las pesadillas habían cobrado vida! ¡y se estaban apoderando de sus amigos!
La niña, comenzó a alejarse lentamente
tratando de no lucir asustada mientras cerraba con fuerza la mano donde tenía
puesto el anillo de Nani.
Pero al igual que pasaba en las pesadillas,
Soleil no tenía a donde escapar, así que quiso correr a buscar a alguno de sus
maestros, mas al hacerlo tropezó y al caer, el anillo de su abuela se le zafó y
fue a parar en una alcantarilla.
***
En un recóndito bosque a las afueras de la
ciudad, Nani por fin llegaba a su destino, una antigua y hermosa cabaña de
madera que se camuflaba perfectamente con los árboles, apenas se podía
distinguir por el aromático humo que despedía la chimenea. Aquel era el hogar
de Zumeriel, una verdadera y auténtica bruja blanca que salvaguardaba el bosque
y todo lo que en él habitaba.
La abuela Nani sabía muy bien que si
alguien podía ayudar a su nieta, era ella.
Justo antes de que tocara la puerta, ésta
se abrió y se escuchó la voz dulce y clara de Zumeriel, quien ya había puesto
la tetera al fuego.
-
Por
favor –decía la bruja blanca– toma asiento, has hecho un viaje muy largo ...
tienes una gran preocupación ... cuéntame
Al calor de la chimenea y el tenue perfume
del té de jazmín, la abuela le contó detalladamente la extraña situación de su
nieta, Acto seguido, Zumeriel se acercó a un caldero que burbujeaba
alegremente, en él arrojó unas cuantas hojas y algunos polvos, se acercó al
vapor, en él se rebelaron rápidamente las imágenes, pudo ver a Soleil y las
pesadillas que amenazaban a sus amigos, también observó que la niña había
perdido el anillo de protección, el peligro era inminente ... la pequeña
necesitaba ayuda cuanto antes ...
una ayuda especial, muy poderosa y mágica que pudiera proteger sus
preciados sueños, una ayuda que la defendiera contra toda oscuridad.
Sólo había una posible solución, Zumeriel
se dirigió al ático, lugar donde guardaba todos sus pergaminos y libros
mágicos, y luego de una intensa búsqueda por fin lo encontró “el hechizo del
guardián”.
La bruja blanca comenzó a reunir algunos
exóticos ingredientes, un frasco de agua de lluvia primaveral, un cofre de
plata donde guardaba la luz de una luna llena y la de una estrella fugaz, polvo
de rosas azules y aceite de vainas de vainilla que le había regalado un
pajarito llamado papán, gotas de néctar traídas por un colibrí, la escama de un
dragón, viejo amigo suyo, aliento de luciérnagas, una ráfaga otoñal, la pluma
de un ave fénix, también la de un pavo real y por último un rizo de un arcángel
llamado Galadriel, uno de los arcángeles que vela por los niños. Acto seguido
la bruja sacó unos metros de suave felpa y se puso a confeccionar una hermosa y
tierna criatura con una linda barriguita peluda y orejas redonditas, piernas y
brazos rechonchos y bellos ojos de cristal ... ¡un osito! Pero no un osito
cualquiera, sobre él Zumeriel vertió su pócima de exóticos ingredientes
mientras susurraba en las orejas del osito las siguientes palabras :
“Luna, cielo, sol y mar,
Arcángel querido ven a tocar tu arpa y
trompeta para despertar a este guardián.
Dale fuerza para abatir toda oscuridad,
dale valentía para nunca fallar. Estrellas todas, vengan a mi, Vega, Aries,
Mizar y Orión regalen su estela de luz a este guardián, que proteja a Soleil y
sus sueños también.
De día y de noche estará atento el
guardián, pues nada más poderoso que él habrá”.
Cuando la bruja blanca terminó de hablar un
deslumbrante resplandor dorado envolvió al osito y Zumeriel supo que había
despertado al gran y único guardián que podría proteger a la niña. Lo puso
cuidadosamente en una cajita de madera tallada a mano y se la dio a Nani,
quien, agradecida emprendió el camino de regreso a la ciudad, resiste Soleil,
pensaba la abuelita, la ayuda va en camino.
***
El destino es un montón de finos hilos
entretejidos de forma misteriosa ... pero al final todos esos hilos llevan al
mismo sitio ... quizá por ello Darkleryth no había podido llegar muy lejos en
su ansiado viaje de aventuras; aunque siendo un hada tan despistada no era de
sorprenderse que se hubiera perdido en lo profundo del bosque solo para toparse
con una bandada de furiosos murciélagos a quienes había despertado de su largo
sueño invernal, la persecución ya llevaba más de una hora, los empujones,
aletazos, dentellones y zarpazos que Darkleryth recibía de los murciélagos eran
despiadados, y con el pasar de los minutos las frágiles alas de el hada se
debilitaban más y más, ella trataba de esquivar a los furiosos animales
mientras pronunciaba un hechizo fallido tras otro, pero nada de lo que salía de
su boca podía protegerla ... un intento más –se dijo el hada casi desfallecida-
“¡omnious, magnus, alleryth!
Las desbocadas palabras de Darkleryth
resonaron en el bosque y regresaron a ella con un eco fuerte y claro, lo que
ella pretendía era agrandar sus alas, pero lo que pasó fue que los murciélagos
comenzaron a crecer, cuadriplicando su tamaño y su furia, un solo altazo bastó
para mandar a la pobre hada al otro lado del bosque, justo donde empezaba la
carretera, y fue a chocar intempestivamente en el parabrisas del coche de Nani,
ella se asustó, perdió el control del vehículo y chocó contra un árbol, todas
las ventanillas estallaron en pedazos y con el impacto salió volando la caja de
madera que contenía al guardián de Soleil.
***
En una habitación de hospital dormía Nani,
tenía algunos golpes y rasguños
pero regresaría a casa pronto ... los monstruos que acechaban a Soleil lo
sabían, y debían impedir que ella
protegiera a la niña, así que esta vez ellos se infiltraron en los sueños de
Nani, convirtiédolos en una pesadilla interminable en donde ella veía como su
nietecita era tragada por las oscuras garras de aquellos seres maléficos sin
que ella pudiera hacer nada.
Nani había caído en un sueño tan profundo
que nadie podía despertarla …
En la cabaña del bosque la gran Zumeriel
sintió que algo no estaba bien, el escalofrío que recorría su espalda le
indicaba que su guardián no había llegado a su destino, entonces se quitó el
cristal de cuarzo blanco que llevaba al cuello salió, se arrodilló bajo la luna
llena, sostuvo el cristal en sus manos y dijo “Luna guardiana, Luna pura que
todo lo bañas, hilos de plata, aliento estelar, despierta al guardián, guía su
camino, haz que llegue a salvo a su destino” en ese instante un precioso rayo
plateado salió del cristal y recorrió como saeta el bosque entero, sorteando
toda clase de obstáculos hasta llegar a la zanja donde estaba la caja de
madera, y entonces el rayo la cubrió, esta quedó abierta y el rayo se metió en
el pecho del osito, al hacerlo, éste abrió los ojos, se incorporó y con una voz
dulce y firme dijo ¡Soleil la ayuda va en camino! ...
CONTINUARÁ ... ;)
EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS CAPÍTULO 1 - ROSTRO DE HADA, BOCA DE BRUJA lo encuentran acá
EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS CAPÍTULO 2- CONSERVA TUS SUEÑOS, DAME TUS PESADILLAS lo encuentran acá