Autor : Elizabeth Segoviano TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS SEP-INDAUTOR regsitro público 03-2011-101711562800-14
HOY ESTE CUENTO ES PARA ANA CARMENA LÓPEZ porque eres luz de estrellas :)
“En algún
lugar más allá de las estrellas, en algún lugar entre los mundos, existe un
espacio en el que nacen los sueños”.
Más allá del último horizonte, donde la luz se
convierte en una interminable cascada que lo baña todo, existe un lugar llamado
Mizar, que es el hogar de un hermoso ángel llamado Illumine, y ella pasa sus
días y sus noches cuidando y manteniendo a salvo los sueños de todos los seres
vivientes.
Todo
en Mizar está hecho de sueños, todo lo que has imaginado, cada color, o
escenario, cada sonido y palabra se encuentra en este lugar.
Todas
las musas que los hombres conocen habitan ahí, y juegan con los sueños de los
niños, y también sueñan con los sueños que los hombres convertirán en realidad.
En
Mizar todos conocen y aman a Illumine, ángel de los sueños, pero la llaman “la atrapa sueños” porque cuando alguien
tiene una pesadilla, una de esas llena de miedo o tristeza, Illumine los atrapa
en el aire y los lleva a un antiquísimo mar llamado Akilá, en cuyas aguas
púrpuras, cristalinas y puras aquellos sueños se limpian y se convierten en la
arena plateada que cubre la costa; pero ésta no es la única tarea que lleva a
cabo la atrapa sueños; ella también vuela cada noche a través de los mundos
para inspirar pensamientos placenteros y calmar nuestros corazones y mentes,
así que cada noche en nuestros sueños todos viajamos a Mizar y hacemos que ese
lugar sea más grande, alto y brillante ...
“En algún lugar más allá de las estrellas, en algún
lugar entre los mundos, existe un universo en el que nunca has estado, pero es
el lugar en el que tu corazón fue creado”.
Sobre la montaña más alta de Mizar se levanta un
magnífico castillo, en cuya torre habita otro poderoso ángel llamado Vermalion,
éste ángel también es un mago, un alquimista y todo un creador. Todo lo que
Vermalion toca se convierte en una gran obra de arte.
Entre
interminables filas de libros y cientos de frascos que contienen todo tipo de
coloridas pociones, esencias, rocas y cosas que sólo podrías ver en tus más
excéntricas fantasías, encontrarás al gran Vermalion trabajando en un nuevo
proyecto; pero lo que más ama éste ángel es hacer estrellas ... es un trabajo
muy laborioso, pero cuando está terminado, los resultados son sorprendentes ...
Aries, las Hiadas, Aldebarán, Tauro ... ¿alguno de estos nombres te suena
familiar? Todas éstas constelaciones y más, muchas más fueron hechas por el
gran Vermalion, mejor conocido como “el
hacedor de estrellas” es él quien ha iluminado el cielo nocturno ... bueno,
no sólo el nuestro, sino todos los cielos en donde quiera que haya uno.
“En algún lugar más allá de las estrellas, en algún
lugar entre los mundos hay un ángel que jamás permitiría que te perdieras”.
La vida transcurría pacífica y feliz en Mizar, con
todo mundo haciendo su mejor esfuerzo para inspirar a la mente humana con cosas
hermosas y todo aquello que es bueno, creativo y puro; pero un día un trueno
ensordecedor sacudió el suelo de Mizar, nunca antes algo como eso había
sucedido, y las musas, las hadas, los gnomos, elfos, ángeles y todas las
criaturas que creemos imaginarias se reunieron en el castillo de Vermalion para
descubrir que era lo que habían escuchado.
Y
justo frente a sus ojos, parado en una esquina del lugar hallaron la respuesta
a todo aquel estruendo: un pequeño de alborotada melena oscura y grandes ojos
marrón los observaba con gran curiosdad.
Con
el asombro aún latiendo entre sus manos Illumine dijo:
-
¡Bienvenido a Mizar!
-
¿Dónde estoy?
-
Este es el lugar donde nacen los sueños
–dijo la atrapa sueños–
-
¿Estoy durmiendo?
-
Así es ... y al mismo tiempo no
-
No comprendo
-
Estás soñando mi pequeño –dijo el
hacedor de estrellas– eres el primero en soñar el camino hasta aquí ... tienes
un espíritu muy fuerte ... y una mente ávida
-
¿Eres un ángel?
-
Si, lo soy, mi nombre es Vermalion ...
y el tuyo es Orión ¿no es así?
-
¡¿Cómo lo sabes!?
-
Puedo verlo escrito en tus ojos, y has
venido hasta aquí buscando respuestas ... ¿estoy en lo correcto pequeño Orión?
-
... sí ...
Vermalion,
Illumine y Orión comenzaron a caminar a lo largo de la costa, contemplando las
doce bellísimas lunas llenas en el cielo de Mizar, mientras sentían las cálidas
olas púrpuras bañando sus pies.
-
¿Qué te ha traído hasta aquí mi
pequeño? –preguntó Illumine–
-
soy demasiado curioso ... al menos eso
dice mi mamá ... verán, hace un año traté de contar todas las estrellas ...
porque creí que sería sencillo, pero luego noté que cada día hay más y más de
ellas, así que leí muchos libros y supe que hay cientos de millones ... ¡y eso
es sólo en nuestra galaxia! ¡Y Dios sabe cuántas galaxias hay por ahí! Pero
luego me di cuenta que no sabía de dónde vienen las estrellas ... así que
busqué y busqué, y leí e investigué, y pregunté ... y todos dijeron que las
estrellas son rocas hechas de minerales y hielo y otras cosas ... pero ... eso
no tiene mucho sentido para mí ... ¿de verdad las estrellas sólo son un montón
de rocas encendidas flotando en el espacio?
-
Puedo ver que eres muy curioso pequeño
Orión –dijo Vermalion– y es una actitud que te llevará a lugares que nunca
imaginaste, tu creatividad e imaginación te han traído hasta aquí, y te prometo
que obtendrás la respuesta que buscas, pero primero, déjame mostrarte un
secreto.
Entonces
los dos ángeles comenzaron a mostrarle al niño el mundo de Mizar, y le
revelaron las grandes refulgentes montañas rojas de Igne que estaban hechas con
los pensamientos de amor de todos aquellos que han partido de nuestro mundo,
porque el amor nunca muere, jamás se desvanece, es infinito; el amor continúa
creciendo ... justo como esas montañas que se hacen más altas cada vez que
alguien piensa en aquellos a quienes ama.
Entonces
los nuevos amigos caminaron hasta el valle de Telesmi, donde habitan todas las
criaturas que la mente humana ha imaginado; todas las hadas, unicornios,
sirenas y los amigos imaginarios que hemos tenido viven toda clase de
aventuras, porque es nuestro valor y nuestra fuerza lo que les ha dado el
aliento de la vida.
“En algún lugar más allá de las estrellas, en algún
lugar entre los mundos existe la prueba de que el amor y la vida continúan
haciéndose fuertes”.
Después de observar bien la belleza de Mizar, Orión
notó algo peculiar, parecía que mientras más caminaban más paisajes y caminos
aparecían.
-
¡Éste lugar es infinito! ¡como las
estrellas!
-
Infinito ... así es –dijo la atrapa
sueños– y toda esta belleza ha sido obra tuya mi pequeño.
-
¡Cómo! ... ¿es posible?
-
Querías saber de dónde vienen las
estrellas –dijo Vermalion– ¡Y ésta es la respuesta! Cada vez que los humanos
sueñan o piensan en algo hermoso, Illumine, lleva ésos sueños brillantes,
coloridos, placenteros y alegres conmigo y yo les doy forma y les doy un lugar
en el espacio para que cada humano pueda verlos y cuando un sueño se hace
realidad se convierte en una estrella fugaz ... y si alguien la ve y pide un
deseo, otra estrella nace.
-
¡Vaya! ¡significa que las estrellas
están hechas de sueños!
-
Eso es correcto mi pequeño –dijo
Vermalion– y arden porque están hechas con toda la pasión de la vida, y todo el
amor de aquellos que soñaron algo bueno; y nuestro amado hogar, Mizar, crece
gracias a espíritus como el tuyo, llenos de vida, creatividad y fe, así que por
ello las estrellas son infinitas.
-
¿Pero es cierto lo que mucha gente
dice de los sueños?
-
¿Qué dicen mi pequeño?
-
Que los sueños son tontos e
inútiles
-
Tu corazón ya sabe la respuesta ...
“En algún lugar más allá de las
estrellas, en algún lugar entre los mundos, existe alguien iluminando el cielo
para que puedas sonreír”.
De repente
el pequeño Orión despertó, y supo que no había imaginado su viaje, ahora tenía
la certeza de saber que no hay tal cosa como un sueño tonto o imposible, y que
no había razón alguna para sentirse solo o perdido, porque basta mirar al cielo
para ver nuestras estrellas brillando, sonriéndonos, mostrándonos el camino
correcto para hacer nuestros sueños realidad.
Orión sabía
que en algún lugar más allá de las estrellas, en algún lugar entre los mundos
hay un lugar en el que habitan la atrapa sueños y el hacedor de estrellas,
cuidando a todos aquellos espíritus que no tienen miedo de llamarse soñadores.