ÁNGELES GUARDIANES
Autor: Elizabeth Segoviano ©copyright 2013
Esta
es la historia de cómo los ositos de peluche fueron hechos … y estoy segura de
que debe ser una historia real, porque mi osito me la contó la primera vez que
lo abracé en una noche de tormenta …
Hace muchas lunas, bien
alto en el cielo, Dios reunió a todos sus ángeles, y les dijo que su trabajo
era cuidar a los seres humanos, amarlos, protegerlos y guiarlos. Desde ese día
cada ángel juró hacer su mejor esfuerzo … ¡y eso hicieron! Pero entre aquellos ángeles
se encontraba Aldebarán, a quien le habían encomendado cuidar a todos los niños.
Como
pueden imaginarse ¡ése era un trabajo enorme y muy importante! Así que nuestro ángel
pasó varias noches pensando como podría cumplir su meta.
Aldebarán
sabía que los niños eran sumamente importantes, ésa era la razón por la cual
Dios había creado a las mamás –que
son los ángeles más tiernos, inteligentes, hermosos y poderosos de todos–
¡pero oigan! ¡incluso las mamás
necesitan ayuda! Por eso Dios también había creado a los papás –que son los ángeles
más graciosos, fuertes, astutos … ¡y desastrosos de todos!–
¡pero oigan! ¡incluso los papás
necesitan ayuda! Por ello Dios también había creado a los abuelitos, hermanos,
tíos y tías … ¡e incluso a los maestros y los cachorros!
Pero eso no era
suficiente, porque los niños son el tesoro más preciado de todos y necesitan más
guardianes … las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.
Nuestro ángel sabía que
requería ayuda, porque aunque podía volar más rápido que la velocidad de la
luz, no había forma de que pudiera estar con todos los niños todo el tiempo; necesitaba un buen guardia,
alguien tierno, fuerte, valiente, gracioso, amigable, amable, listo … alguien
que pudiera ser el confidente de cada niño; alguien que pudiera mantener
informado al ángel de lo que le ocurriera a los niños, y, más importante aún,
alguien que pudiera amar a ésos niños tanto como Aldebarán lo hacía.
Así
que nuestro ángel viajó a través de todas las estrellas y constelaciones, a
través de toda la galaxia y por cada rincón del cielo tratando de encontrar la
respuesta que necesitaba; pero no fue sino hasta que Aldebarán bajó a la tierra
que se le ocurrió una idea brillante; notó que los niños solían dormir
abrazando sus cobertores o sus almohadas, eso realmente los ayudaba a dormir
tranquilos, pero durante el día no podían andar cargando ésas cosas, así que el
ángel regresó al cielo y juntó las telas más suavecitas y comenzó a coser
varias piezas; cuando finalmente terminó ¡tenía en las manos al primer osito de
peluche de todos los tiempos!
¡Esa
era la respuesta! Un osito podía vigilar a los niños todo el tiempo, y ellos
podían llevarlos a todas partes, y por la noche, el osito podría proteger sus
sueños, mantener a salvo sus secretos y decirle al ángel si un pequeño
necesitaba ayuda extra.
Aquella
noche Aldebarán cosió y cosió millones de ositos, uno para cada niño, para que
pudieran tener una parte de él consigo siempre, un pequeño guardián que pudiera
ayudarlos a enfrentar sus temores, un compañero fiel con el que pudieran vivir
toda clase de aventuras; y un amigo querido que pudiera darles incontables
cantidades de abrazos.
Ahora
que todos ustedes ya saben como fueron hechos los ositos, estoy segura de que
querrán aún más al suyo, porque ya saben que fueron hechos por un ángel que los
ama a todos ustedes tanto como lo hacen sus papás.
este cuento lo había escrito originalmente en inglés, pero me lo pidieron en español y con todo gusto les doy gusto ;) xoxo, eliz
ResponderEliminarEliz, menos mal que lo escribiste en español, porque hubiese sido una pena no haberme enterado de cómo se hicieron los primeros osos de peluche. Es un cuento precioso y tienes razón en que todos tenemos muchos ángeles a nuestro alrededor que nos cuidan: tú eres uno de ellos. un beso Eliz.
ResponderEliminarawww Conchi!!! pero si tu eres una angelita también!!!!!!!!! y una angelita divina!!!! gracias por pasarte por aqui a leer y comentar, un besito
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