PARA LLAMAR A LA LUNA
Autor: Elizabeth Segoviano
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Para llamar a la luna no se necesita ser científico, ni malo
o bueno, ni hechicero o un loco.
Sólo debes ser tú mismo y llamarla con todas tus
ganas.
Ya verás que te seguirá de la noche a la mañana.
Tal vez pienses que con el primer rayo del alba ella
te olvide y se vaya, pero la luna no es así.
La luna es como tú y como yo, juguetona, caprichosa,
berrinchuda ¡ah! pero eso sí, amiga fiel en las buenas y en las malas.
Llámala esta noche y verás como viene corriendo hasta
tu ventana para arrullarte cada madrugada.
Verás cómo su tenue luz es capaz de ahuyentar a los
monstruos ocultos bajo la cama o a duendes y sombras tercos y tramposos que
huyen cuando a mamá llamas.
Llámala de día, y si en el cielo no la ves aparecer
entonces mira alrededor, pues tal vez te esté guiñando un ojo desde el plato de
leche de algún gato orgulloso.
O quizá esté hecha garabato entre dibujos y borrones
o en aquellas hojas hechas jirones.
Para llamar a la luna no hace falta dinero, ni aparatos
extraños o complejos.
Basta que la llames cuando lo desees y ella gustosa
tomará tus manos y las llenará de luz de estrellas, de soles, de todo cuanto
ella ve a sus alrededores.
Te contará historias de los siete mares y leyendas
del otro lado de la tierra o de los tesoros enterrados en lejanas arenas.
Sabrás las canciones más hermosas que el viento le ha
cantado a las nubes y a las rosas.
Te relatará de sus amigos los unicornios y del valle
encantado que habitan en un sol muy lejano.
Si llamas a la luna, ella será por siempre tu fiel
compañera.
Y te darás cuenta como cada noche la hallarás en
puntual espera por si la noche miedo te diera.
Porque la luna es como tú y como yo, curiosa,
aventurera, valiente y traviesa, es una gentil princesa que busca en tu cabeza
un escondite que sólo tú y ella conozcan.
Un lugar donde ambos puedan soñar sin que nadie les
diga que volar es imposible o que las estrellas no se pueden ni se deben
alcanzar.
La luna sabe que eso es mentira, pues si la llamas y se
hacen amigos no habrá para ti camino cerrado o cielo que no puedas surcar.
Porque al llamar a la luna ésta será tuya y nadie te la
podrá quitar.
este pequeño relato fue el inicio de este enorme sueño de convertirme en escritora, las primeras líneas las escribí cuando tenía 6 años, y cada tanto volvía a leerlas y añadía alguna frase más, pero no lo pude terminar sino hasta que cumplí 20 años, y decidí que era hora de poner en letras las historias que tenía rondando en mi cabeza, la melodía de enya, shepher moons también es muy especial , pues solía escucharla con mi madre (que Dios la tenga en su gloria) mientras me leía cuentos y recitábamos poesía, ella ya no pudo ver que mis historias le gustan a mucha gente ... pero su escencia, su amor y todo lo maravilloso que era ella está presente en cada una de mis historias... espero que este relato sea de su agrado, xoxo eliz, aspirante a escritora y empedernida soñadora :D
ResponderEliminarEliz, este relato es precioso y se nota que pusiste tu alma cuando eras una niña (seguro que eras una niña encantadora)
ResponderEliminarEs un relato hermoso enhorabuena!! xoxo
gracias nena, pues te diré eh! encantadora??? jejeje no es la palabra que yo usaría ... freaky, geek ... extraña jejeje pero siempre he tenido cierto orgullo de ser el bicho raro que soy :D, mil gracias por tu presencia en este rincón :D y por tu tiempo para leerme xoxo
ResponderEliminarPrecioso y más, qué cuento más bonito!!! :))
ResponderEliminarFelicidades, me gustó mucho!
muchas gracias Juan, me alegra mucho que te gustara, un abrazo xoxo, eliz
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