EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS
CAPÍTULO VIII
SIN MIEDO
Cuando Soleil quedó inconsciente
en el sendero oscuro, cayó en un sueño pesado y profundo del que no podía
despertar, aunque escuchaba todo lo que pasaba a su alrededor, y sabía que
Aldebarán, el búho y los seres mágicos no la dejarían sola, sin embargo al
mismo tiempo, podía ver lo que habían hecho las sombras, que poco a poco iban
tomando el control de los sueños de todos los niños de su ciudad, y mientras
más sueños capturaban más fuertes se volvían, y ahora no tenían problemas para
apoderarse de los sueños de los adultos … la ciudad entera estaba cayendo en
los brazos de esa malévola oscuridad para ya no despertar y yacer atrapados en
pesadillas eternas, pero Soleil sabía que así como existía la oscuridad,
existía la luz, que aunque esas apariciones eran fuertes, también eran fuertes
las hadas, los ángeles y su querido y valiente guardián, y que ella debía ser
igual de fuerte, por su Nana, por sus amigos, por sus padres, por todas las
personas de su ciudad. Supo que debía permanecer ahí para dar batalla y mandar
un mensaje a esas sombras “¡AQUÍ HAY ALGUIEN QUE LOS VA DERROTAR!! ... ¡SIN
MIEDO! – pensó la niña – tan pronto pensó eso, una intensa luz comenzó a
rodearla quedando dentro de una gran burbuja luminosa, aquello atrajo la
atención de las sombras que sin chistar se apresuraron al encuentro de Soleil
luciendo sus caras más terroríficas y múltiples garras mientras gruñían,
chillaban, aullaban y se retorcían.
Mas la luz de la burbuja de
Soleil era tan intensa que en el acto las sombras comenzaron a retroceder
cubriendo sus espantosos ojos, chillando de dolor y de rabia, fue entonces
cuando llegó Vermalion, el ángel de los sueños, con sus enormes alas doradas,
enfundado en su armadura, ondeando su reluciente espada, y tomándola con ambos
brazos la estrelló en el suelo, éste se resquebrajó y las sombras cayeron en
las grietas que lentamente estaban siendo inundadas con oleadas de luz convirtiendo
a las sombras en piedra y luego en arenisca que se disipaba con el batir de las
alas de Vermalion.
Soleil –decía el ángel – me
manda tu guardián, él sigue luchando allá afuera para derrotar esta oscuridad,
pero tu y yo la detendremos aquí, ahora que has enfrentado tu miedo y sabes que
eres protegida, por mi, por Aldebarán. El búho. tu Nana y los seres mágicos
debemos esparcir la noticia a todas esas personas que no pueden despertar de
sus pesadillas, para que luchen, enfrenten sus miedos y se liberen, para poder
debilitar esta oscuridad y que Aldebarán lleve a cabo con todo éxito su misión.
La pequeña sonrió y en su
lenguaje de señas le agradeció a Vermalion y ambos envueltos en la luz de miles
de estrellas avanzaron sin miedo hasta encontrar los sueños de sus amigos, que
se no podían despertar de pesadillas terribles en las que sus profesores
querían atraparlos, pero la luz de Soleil era tan deslumbrante que al verla,
sus amigos olvidaron las terribles visiones que los habían acechado y viendo al
ángel y a su amiga se atrevieron a dejar de lado sus miedos, armarse de valor y
enfrentar a las sombras que, atónitas al verse debilitadas no tenían más que
remedio que huir o ser convertidas en polvillo.
Así uno a uno, visitaron los
sueños de todos los que habían quedado atrapados en las garras de pesadillas de
la oscuridad y uno a uno todos los habitantes se enfrentaron a las sombras
produciendo su propia luz, la luz de sus sueños, la luz de bellos recuerdos, la
luz de amigos, de familia, la luz del amor de las mascotas, la luz del futuro,
y uno a uno pudieron despertar dejando así débil a la oscuridad.
Mientras tanto de vuelta en el
sendero retorcido, el sabio elfo Albornoux, Aldebarán, El búho y una guarnición
de elfos y hadas se abrían camino con sus espadas de luz sin ser arañados
siquiera por la oscuridad que comenzaba a replegarse, pero que aún no estaba
vencida.
Todo acabará en donde empezó –
pensó Aldebarán al ver que las sombras huían y apresuraron el paso para llegar
al bosque del búho.
Una vez llegaron al gran árbol
donde el buen búho tenía su nido los recibió su esposa búho feliz de ver a
salvo al compañero de su vida.
- Buhoo, amor mío- decía la búho
- ¿ya no te irás más?
- Temo que aún no estamos a
salvo mi dulce ave del paraíso buhoo ¿todavía está aquí el hada que dejamos
cuando me fui?
- ¿Buhoo? ¿un hada? Eso, lo
explica todo, no quiso comer ratones ni quería la sabrosa cena que le
regurgitaba, así que tuve que conseguirle fresas silvestres pero no dejaba de
parlotear, creí que quizá era una guacamaya buhoo, me hartó y tuve que cerrarle
el pico con una gorda lombriz, se puso un poco verde pero desde entonces ya
dejó de parlotear y dejó de querer escapar, buhoo, le dije que no era seguro
andar merodeando … creo que se ha puesto algo triste y ahora no quiere salir
del nido , mira.
En efecto el hada Darkleryth estaba en el fondo del
nido de la famita búho arrebujada entre las suave pelusa de dos bebés búho que se
habían encariñado con ella. Al ver al gran maestro Albornoux la pequeña
Darkleryth dio un gritito de susto y quiso huir pero la garra de Aldebarán ya
la tenía bien sujeta, firme pero gentilmente.
.
¡Por todos los cielos chiquilla malcriada! –gritó Albornoux- ¿no ves
lo que tu insensatez ha desatado?
¿acaso no has visto la oscuridad que casi se apodera del mundo de los humanos?
- yo no he hecho nada malo, he
sido capturada por esta búho loca, yo no he hecho nada malo.
- ¡semejante ignorante! ¡cara de
hada y cabeza de piedra! ¿qué tienes en la cabeza? ¿acaso tienes mármol en
lugar de sesos? Tu y tu rebeldía, tu y tu ignorancia, tu y tus prisas, tu y
magia de hada y de bruja, semejante pedazo de alcornoque tus hechizos
retorcidos, incompletos de bruja y hada a medias han desatado las oscuras
pesadillas que atormentan el mundo de los humanos, tu, remedo de hada, tu y tu
bocaza sin frenos le han puesto un maleficio a una niña inocente que nada ha
hecho para merecer tanto terror y tantas preocupaciones.
- ¿qué? ¿qué hechizo? ¿qué niña?
- Soleil –intervino Aldebarán,
la niña que te rescató una tarde de tormenta, la niña buena e inocente que te
arropó con la capa de su muñeca, la niña linda que cepilló tu cabellera, la
niña gentil que te dio a beber chocolate caliente, la que te sonrió, la que te
invitó a regresar a su casa cuando quisieras, la que te trató con toda
amabilidad y cortesía … mi niña, mi protegida, la razón de que yo esté aquí
luchando espada con espada con tus hermanos elfos y hermanas hadas para
rescatar sus sueños y los sueños de todos los que cayeron en las garras de la
oscuridad.
- ¿Soleil? –el hada se llevó las
manos al rostro y lloró, notó que Albornoux, el búho, el oso y sus hermanos
tenían armaduras de batalla, que estaban cansados y preocupados y cayó de
rodillas sobre la garra del guardián - ¡lo siento, lo siento! No era mi
intención, yo, yo quería que ella tuviera sueños dulces y que me olvidara, yo …
yo nunca quise hacer daño …
el Hada no acababa de hablar
cuando un torbellino oscuro la arrebató de las manos de Aldebarán y todos se
quedaron perplejos, todos excepto la esposa del búho que más rápida que una
saeta emprendió el vuelo sin importarle ninguna oscuridad y de un solo picotazo
logró recuperar a Darkleryth para depositarla nuevamente al cuidado de
Aldebarán, pero cuando estaba a punto de hacerlo el torbellino tomó a forma de
una monstruosa pantera y le asestó tremenda mordida a la valiente búho que cayó
como piedra en alguna parte del bosque, al ver aquello el búho gritó y se lanzó
en contra de la sombra, su cota de malla hecha con estrellas fundidas le daba
pelea a la sombra, pero Aldebarán y los demás tampoco se quedaron quietos y el
oso lanzó con todas sus fuerzas su espada lunar que fue a clavarse en el ojo de
la criatura que aullaba como un monstruo de pesadilla, las hadas ya habían
lanzado una lluvia de flechas mágicas y Albornoux con su báculo le lanzaba
bolas de luz del alba hasta que de la temible sombra solo quedaron cenizas.
Las hadas de inmediato
sobrevolaron el bosque en pos de la búho y la encontraron maltrecha y con un
ala rota, pero con vida, al ver aquello Darkleryth lloró desconsoladamente
mientras corría al encuentro de la pobre búho que la había salvado de un
terrible destino, se posó sobre ella y dijo : ” licht, licht, orion licht,
volare, volare amor, licht amor profundere “ y de las palmas del hada se
comenzó a derramar una bella luz tornasolada que bañó a la búho sanándola casi
de inmediato.
- El camino correcto –dijo
Albornoux, cuando escoges el camino correcto tu magia es correcta Darkleryth,
deja ya tus rebeldías infantiles y haz el bien que puedes hacer en este mundo.
- Si gran maestro, es como usted
dice, soy una cara de hada pero sesos de piedra, yo no quise lastimar a nadie,
y haré todo lo que pueda para resarcir el daño que he hecho, por favor, mi señor
guardián, guíeme para ayudar a Soleil, para vencer la oscuridad que he hecho
posar sobre todos.
- Debemos ir a la casa de
Soleil, ahí donde lanzaste tu hechizo por vez primera y deshacerlo, cuando lo
hagas las sombras irán hacia ti, pero todos estaremos para terminarlas.
- Si mi señor.
Cuando llegaron a la casita de
Soleil notaron que aunque ya eran casi las siete de la mañana, parecía
medianoche pero Darkleryth estaba decidida a ponerle fin a toda esa detestable
situación así que se sentó en la ventana de la niña mirando sus juguetes y su
cama vacía, mirando las marcas de lucha que habían dejado las sombras y mirado
la profunda oscuridad que sumergía todo, se aclaró la garganta e intentó decir
el hechizo de aquella tarde, pero no lo recordaba.
- ¡No recuerdo! – gritó
horrorizada – adventus …sogno …
- concéntrate, le decía el
guardián mientras los demás asumían sus posiciones y alistaban sus armas,
respira, concéntrate.
- Adviniere … sigilos … no eso
no es … por todos los cielos, no recuerdo.
- No mires esta oscuridad
Darkleryth –decía Albournoux tomando sus manos- cierra los ojos, recuerda
aquella tarde, recuerda el olor a lluvia, recuerda el calor de las manos de
Soleil mientras cepillaba tu pelo, recuerda el sabor del chocolate caliente,
respira … y dime al ído las palabras del hechizo
- Advere … -dijo temblando el
hada – advere somnious efugiare somnious, advere oscuritate … eso es, eso es lo
que dije
- Muy bien, ahora repite conmigo
¡ETATIRUCSO EREDVA, SOMNIOUS, ERAIGUFE SOMNIOUS EREDVA! ¡Todos, con nosotros repitan!
¡ETATIRUCSO
EREDVA, SOMNIOUS, ERAIGUFE SOMNIOUS EREDVA! Dijeron todos al unísono y el cielo
rugió, centelleó el suelo tembló y una inmensa sombra del tamaño de un edificio
se apreció en mitad de la calle, mostrando sus colmillos babeantes al hada,
pero su oscuridad estaba palideciendo gracias a que Soleil y Vermalion habían
estado despertando a la gente, iluminando sus pesadillas, así que el primero en
atacar fue Aldebarán con su espada lunar, sin miedo alguno, rechazando los
manotazos de aquella descomunal sombra con su escudo de atrapa sueños que al
tocar a la entidad oscura le arrancaba trocitos así que se fue quedando sin
uñas, sin dedos, sin trozos de piernas y las hadas y elfos y Albornoux también
repelían todos sus intentos de atacar con flechas encendidas en el fuego de
Igne y estocadas de espadas forjadas en la luz de las constelaciones,
reduciendo así a la bestia oscura a trozos y mientras lo hacían el sol comenzó
a clarear la larga noche que habían vivido, el trinar de los pájaros regresó, y
ellos en sus piquitos llevaban gotas de rocío que reflejaban la bendita luz del
sol y aquella llovizna dorada acabó por doblegar a la oscuridad para que
Aldebarán la absorbiera con su escudo. Al hacerlo los hilos que entrelazaban la
mágica red se deshicieron, el caracol y la roca se estrellaron y se hicieron polvo y aquel polvo voló
directamente hacia Albornoux que lo puso dentro de un frasco con la luz de
Venus y que resguardarían en el gran salón de la Stella Eterna en el castillo
de Mizar, donde sería resguardada por Vermalion para que nunca jamás pudiera
revivir esa oscuridad y dañara a alguien.
Los amigos se
miraron unos a otros sonriendo, cansados pero felices de haber tenido éxito en
aquella empresa tan peligrosa y por la ventana vieron una inmensa luz aparecer,
en ella venía Vermalion volando suavemente con Soleil en los brazos para
depositarla en su cama, también levantó al fornido Aldebarán como si fuera un
ordinario osito de peluche y lo depositó junto a la niña, los besó a ambos y
hadas, elfos, ángeles y seres mágicos regresaron a Mizar. Dejando detrás de sí
una estela dorada y el eco de palabras dulces y amables que los invitaban a
regresar a Mizar cuando quisieran.
Soleil abrazó a su
guardián y delicadamente le quitó la armadura, también tomó al valiente búho,
le dio en besito en la cabeza y le quitó la cota de malla y el casco y todo lo
depositó en un cofre de madera a los pies de su cama, lo cerró con llave y se
la puso al cuello a Aldebarán para que si alguna vez necesitaba usarla de nuevo
pudiera sacarla sin problema alguno, el búho tomó a Darkleryth que se había
ocultado detrás de unos libros y la sentó en su lomo para llevarla de vuelta al
bosque donde quería vivir para proteger a las aves y los animales del bosque,
esta vez con el permiso y la bendición de su gran maestro Albornoux.
Luego de unos
minutos solo quedaban Soleil y Aldebarán acurrucados bajo el edredón de su cama
cuando se abrió la puerta y entraron sus padres y su Nana, Soleil les contó
todo lo que había sucedido, pero sus padres le dijeron que todo lo había
soñado, la pequeña entonces miró a su Nana quien se sentó en la cama
acariciando su cabello hasta que sus padres salieron de la habitación, la niña
le preguntó en lenguaje de señas a su Nana si ella le creía, y la vieja Nana le
guiñó un ojo y le dijo, claro que si mi niña, yo te creo porque Aldebarán
alguna vez fue mi guardián, pero nunca peleó tan fuerte como la hecho por ti,
te ví en mis sueños, te sentí, sentí tu valentía y supe que tu y Aldebarán nos
rescatarían a todos.
Nunca dudes mi
pequeña, ni de tus sueños ni de tus fuerzas, ni de tu valor y llegarás a las
estrellas.
Aldebarán las
abrazó a las dos y los tres volvieron a acurrucarse entre las sábanas.
FIN
Pues así amigos soñadores, llegamos al final de esta historia, espero la hayan disfrutado y agradezco infinitamente a quienes la han seguido y comentado aunque me demoré bastante en terminarla, una historia cien por ciento real, una historia muy mía que ojalá los haya entretenido y les haya dibujado una sonrisa ... yo sé que Aldebarán seguirá protegiendo el sueño no solo de Soleil sino de muchos pequeños y que el hada Darkleryth irá a lomos del búho a visitar a la niña y beber chocolate .... y yo ... bueno yo seguiré escuchando sus historias y si ellos me lo permiten seguiré compartiendo con ustedes otras aventuras. :D un beso y un abrazo xoxo Eliz
A mi hija y a mí nos encantó, comenzamos a seguirte buscando autores mexicanos para niños y este cuento nos atrapó aunque yo sea una adulta y ella solo tenga 7 añitos. Gracias.
ResponderEliminarHola BET :) bienvenida a mi blog! Me da mucho gusto saber que esta historia ha sido del agrado de tu hija y del tuyo, gracias por venir a leer y comentar y ojalá te quedes por aquí para seguir disfrutando mas cuentos, y GRACIAS por leer con tu pequeña, este mundo necesita más mamás como tu. un saludo, xoxo Eliz
EliminarA my hijo le gustó muchísimo el cuento
ResponderEliminarSaludos, me alegra mucho que le gustara mi cuento. También lo encuentra en audiolibro gratuito en la app AUDACIA AUDIOLIBROS en la sección de cuentos infantiles. Un abrazo
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