MAMÁ
PIGLETA
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Autora : Elizabeth Segoviano
Pero resulta que no todo en la vida de la familia
Pigleta era color de rosa, pues nadie apreciaba lo que mamá Pigleta hacía en
casa antes de irse a trabajar, y eso entristecía profundamente a mamá Pigleta
que tenía que recoger cantidades increíbles de ropa sucia del piso, lavar
toneladas de trastos sucios, limpiar hasta del techo las huellitas de lodo que
dejaban sus pequeños, recoger los papeles que dejaba su esposo por todas
partes, acomodar los juguetes, tender las camas ... etcétera, etcétera,
etcétera, y para cuando mamá Pigleta por fin terminaba y dejaba la casa limpia,
ordenada y fragante ya no tenía tiempo de desayunar, ni de hacerse un bonito
peinado o una manicura que tanta falta le hacía, siempre salía corriendo, a las
prisas, y como de costumbre llegaba tarde a su oficina, por lo cual su jefe,
Don Chuletón la reprendía duramente.
Pero eso no era todo, porque Don Chuletón también se
la pasaba ensuciando a diestra y siniestra la oficina, había docenas de tazas
de café por doquier, los archivos estaban siempre en cualquier parte, menos en
el archivero, todo tenía polvo y trocitos de caramelos de menta, había goma de
mascar debajo de cada mesa y escritorio, y ni siquiera necesitaban persianas en
las ventanas, porque con tanto lodo, no entraba a la oficina de Don Chuletón ni
un solo rayito de sol.
Y cuando Don Chuletón comenzaba a sentirse incómodo
trabajando entre tanta mugre, se le hacía de lo más fácil llamar a mamá
Pigleta, que era su asistente y la ponía a limpiar aquel cochinero; lo único
que hacía feliz a mamá Pigleta era pensar que por la tarde podía volver a casa
con su familia y hacer algo divertido ... pero aquella tarde, cuando mamá
Pigleta abrió la puerta de su casa lo primero que vio fue un montón de agujeros
en su jardín, seguidos de huellas de zapatos sucios que se esparcían por toda
la casa hasta llegar al sofá, y la cocina parecía un verdadero campo de
batalla, con todas las cacerolas sucias y manchas de mermelada por todas partes
... en pocas palabras ¡la casa de mamá Pigleta parecía no haber sido limpiada
en meses! Así que después de un muy largo día de trabajo, mamá Pigleta tubo que
ponerse a limpiar otra vez, mientras tanto, papá Pigleta y sus hijitos veían
televisión, hablaban por teléfono, jugaban con la computadora, y descansaban.
Pasada la medianoche cuando al fin mamá Pigleta
terminó el enorme trabajo de limpiar lo que había sido ensuciado, tomó una
decisión, hizo un montón de cartelitos que decían “¿ensució? ¡limpie!” Y fue
pegándolos por toda la casa y se fue a acostar. Muy temprano al otro día mamá
Pigleta se levantó antes que todos, preparó el desayuno, se puso muy guapa y se
fue temprano al trabajo en donde siguió pegando sus cartelitos.
Cuando Don Chuletón vio los carteles no le importó y
siguió ensuciando a siniestra y diestra, y por la tarde, cuando era hora de
salir, mamá Pigleta fue la primera en irse antes de que Don Chuletón la mandara
llamar para pedirle que se quedara tarde y limpiara todo lo que él había ensuciado. Entonces Don
Chuletón pensó que no había problema, que mamá Pigleta limpiaría todo a la
mañana siguiente y muy tranquilo se fue a casa.
Aquella tarde cuando mamá Pigleta llegó a casa
encontró todo hecho un desastre como era costumbre, pero esta ves ella se fue
directo a su habitación a acurrucarse en su cama viendo películas, con los
pequeños, y al día siguiente mamá Pigleta ¡NO HIZO NADA!, llamó al trabajo para
pedir unos días libres y se fue al salón de belleza, se fue de compras, salió a
tomar un café con sus amigas, se puso a jugar con la computadora y no limpió
nada que ella no hubiera ensuciado, con el paso de los días la casa de la
familia Pigleta se parecía más y
más a un enorme basurero ... ¡y también olía igual! Fue entonces cuando papá Pigleta, la pequeña Pigletina y
Pigletón comenzaron a darse cuenta de que ellos eran unos verdaderos
puerquitos, lo único que sobresalía entretanto desastre eran los cartelitos que
había hecho mamá Pigleta; así que
papá Pigleta tomó la escoba, una esponja y un balde lleno de jabón y se
puso a limpiar, entonces los pequeños también comenzaron a ayudar porque todos
se dieron cuenta que mamá Pigleta hacía mucho trabajo y no era justo que ella
tuviera que limpiar, después de todo, los cuatro vivían ahí y si los cuatro
ensuciaban, los cuatro podían limpiar, porque cuando cenaban, cenaban juntos,
cuando jugaban, jugaban juntos, cuando se divertían lo hacían juntos, entonces
lo justo era que juntos limpiaran la casa.
Cuando mamá Pigleta salió de su habitación y vio que
todo estaba limpio y reluciente una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y su
familia le prometió que de ese momento en adelante la ayudarían con la limpieza
de la casa.
Y cuando mamá Pigleta regresó a trabajar también notó
un gran cambio con su jefe Don Chuletón que al verla, en vez de recibirla con
regaños le dio un gran abrazo y le dijo que sin ella en la oficina se estaba
volviendo loco porque había descubierto que él era un verdadero puerco al
ensuciar de tal manera el lugar y que prometía ya no hacerlo más y ser mucho
más limpio y ordenado para que todos pudieran trabajar a gusto y en paz.
Por fin mamá Pigleta estaba contenta que los demás
comprendieran lo importante que era ser limpio y ordenado, porque para vivir
tranquilos y en paz no hace falta más que limpiar lo que uno se ha puesto a
ensuciar.
Muy simpático, bien escrito y ejemplarizante.
ResponderEliminarMuy bueno Eliz.
gracias por pasearte por acá Valandán ya te extrañaba!!!! un abrazo
EliminarMenos mal que todos se dieron cuenta de que tenían que cooperar porque no siempre pasa como en el cuento. Es muy gracioso y a la vez instructivo. La pobre mamá me recordaba a las señoras de antes que tenían que hacerlo todo ellas y nadie ayudaba.
ResponderEliminarMuy bonito Eliz, me ha gustado mucho y las descripciones que has hecho están muy bien, realmente me parecía ir pisando la porquería tanto en la oficina como en la casa.
Un abrazo.
Conchita
bueno Conchita a muchas mamás de hoy les cuesta que las ayuden eh!! gracias por tu comentario tan lindo :) y por venir a visitarme :) un beso hermosa :)
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