jueves, 29 de noviembre de 2012

CUENTOS EMPOLVADOS: DESPUES DE TODO ES NAVIDAD




Autora: Elizabeth Segoviano
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS SEP-INDAUTOR bajo el registro público 032011101711562800-14
DESPUES DE TODO ¡ES NAVIDAD!
La casa había estado vacía y silenciosa largas horas, por lo que, Baguette; el cachorrito de la familia, se encontraba profundamente dormido enroscado en su sillón favorito, a ratos roncando a ratos lanzando gruñiditos; cuando, de repente, el ruido en la cerradura lo despertó de su profundo sueño haciéndolo caer de cabeza, quedando momentáneamente aturdido.
- ¡Mira qué lindo pino hemos traído Baguette! –dijo Beca, la pequeña que lo había recogido de las calles una lluviosa tarde de otoño-
El cachorrito se sacudió y corrió a todo lo que le daban sus cuatro patitas para inspeccionar meticulosamente el inmenso árbol que la familia logró meter por la puerta con tanto esfuerzo.
Las suaves y fragantes ramitas le hacían cosquillas, pero aún así el perrito trató de mordisquearlas; por lo que Beca de inmediato le reprendió diciendo: ”¡Baguette malo! ¡el árbol de Navidad no se muerde, ni se maltrata!”
El animalito jamás había escuchado aquella palabra “Navidad” ¿qué quería decir? No lo sabía, pero sonaba linda, era una palabra dulce y tierna, una palabra que se le queda a uno en la boca como un caramelo, o como un poema … Navidad … sonaba a magia y alegría … ¿pero qué era Navidad? …
Entonces el perrito notó que toda la familia corrió escaleras arriba y claro, él, intrigado, los siguió.
La abuela Beba abrió el enorme baúl que descansaba a los pies de su cama y de ahí sacó una gran estrella de cristal cuidadosamente envuelta en un suave paño.
Bruno, el hermano mayor, sacó del ático varias cajitas que contenían coloridas esferas, algunas rociadas con brillante escarcha, otras decoradas con flores de nochebuena y algunas otras con un pequeño listón que completaba su belleza.
Beca y Varun, su padre, traían en brazos cientos de coloridos foquitos que comenzaron a enredar alrededor del árbol al tiempo que Brida, la mamá. horneaba decenas de galletitas con forma de muñecos de nieve, pinos, estrellas y hombrecitos de jengibre.
La casa entera que momentos atrás estaba tan callada, ahora resonaba con risas y bromas mientras la fragancia del pino se mezclaba con la de la vainilla y azúcar que salía del horno, y el viento invernal golpeaba rítmicamente las ventanas como queriendo entrar y avivar el calor de la chimenea.
En un par de horas el árbol había quedado hermosamente vestido, y, coronando su belleza se encontraba la estrella de la abuelita que Beca había colocado cariñosamente mientras su padre la alzaba en hombros, acto seguido, cada miembro de la familia puso bajo las ramas los regalos que habían comprado, incluso había una cajita que decía: “para nuestro Baguette con mucho cariño”.
Al ver eso, el cachorro quiso abrir la cajita, pero Beca lo tomó en sus brazos y haciéndole cosquillas en la barriga dijo: “no cachorrito, los regalos se abren hasta mañana, cuando sea Navidad”.
¡Otra vez aquella palabra! ¿porqué era especial? ¿qué quería decir? ¿Acaso significaba regalos, galletas y fragancias dulces? ¿significaba adornos coloridos y platillos especiales en la mesa? ¿Navidad era foquitos brillantes por doquier y canciones alegres? … Baguette no lo comprendía, y hubiera dado cualquier cosa porque la niña pudiera entender sus ladriditos y gruñidos que no eran otra cosa que sus ansiosas preguntas.
Aquella noche la familia se reunió en torno de la mesa que había sido vestida elegantemente con un largo mantel tan rojo como las cerezas que adornaban los fragantes postres, y velas altas y largas alumbraban cálidamente las copas en las cuales descansaba la burbujeante sidra.
- Gracias –decía papá Varun– por esta hermosa velada, por mi adorable esposa y mis hijos y por la abuelita.
- Gracias –dijo mamá Brida– por otro año juntos, por el amor de mi familia … y … gracias porque esta vez no se me quemó el pavo.
- Gracias –comenzó Bruno, el hermano– por mi hermanita que siempre me hace reír, por mi familia y por nuestros sueños.
- Gracias –dijo conmovida la abuela Beba– por ser tan afortunada en compartir otra Navidad con mis seres queridos.
- Gracias –decía emocionada la pequeña Beca– por todo eso, por mi hermoso árbol, por las galletas de mamá, gracias por la Navidad ¡y gracias por Baguette! ¿Y tú Baguette? –interrogó la niña mirando al perrito– ¿por qué vas a dar gracias?
Pero el cachorro no podía poner atención a ninguna otra cosa que no fuera el enorme pavo que descansaba en el centro de la mesa y que provocaba que se le hiciera agua la boca.
- ¿Papá? –decía la niña- ¿podemos …?
- ¿darle un trozo de pavo al cachorro? … pero … ¡claro, después de todo es Navidad!
Así que la pequeña le sirvió a Baguette un gran trozo de pavo en su platito y todos cenaron y platicaron muy contentos hasta el filo de la medianoche cuando se retiraron a dormir, no sin que antes Beca dejara en una charola un montoncito de galletas y un vaso con leche cerca del árbol; por lo que el perrito de inmediato corrió hacia ellas siendo detenido en el acto por Bruno, que le dijo: “no Baguette, estas galletas no son para ti, son para papá Noel, para que coma algo cuando venga a visitarnos” y se llevó al cachorrito escaleras arriba depositándolo suavemente en su cama.
Luego de intentar por largo rato conciliar el sueño; Baguette decidió salir de la cama y dando sigilosos saltitos bajó las escaleras; toda la habitación se veía suavemente iluminada por las hipnotizantes luces del árbol … ¡qué alto y que grande era! ¿y qué lindo se veía! Baguette se quedó mirando extasiado el pino y por fín se acercó y notó su reflejo en una de las esferas, se veía gracioso, y quiso morderla igual que mordía su pelota, pero entonces algo inesperado ocurrió ¡Baguette se hizo pequeñito! ¡más pequeño que la esfera! ¡y al tocarla con su húmeda nariz se metió dentro de ella! el cachorrito sintió que caía y caía pero al cabo de unos segundos aterrizó en algo enorme y muy suave … y rojo.
- Jo jo jo –se escuchaba– ¡por mis rizadas barbas! ¿quién eres tú amiguito? ¿y porqué has caído sobre mi barriga? –aquel personaje de blancas barbas y traje rojo no era otro que el mismísimo papá Noel–
- Me llamo Baguette –ladró el perrito–
- ¿Baguette? –dijo intrigado papá Noel– ¿y qué haces aquí hoy? ¿no sabes que es Navidad y es la noche más ocupada de todas para mí? Hoy no hay tiempo para atender visitantes.
- ¿Acaso tú me entiendes?
- ¡Jo jo jo pero claro que te entiendo! ¡yo soy papá Noel y entiendo el lenguaje de los animalitos, los insectos, los humanos y hasta las plantas! ¡jo jo jo! Pero ahora debes regresar a casa cachorro.
Entonces papá Noel sacó una campanita dorada de su bolsillo y la hizo repicar tres veces, y como acto de magia apareció Bombón, uno de sus duendecillos ayudantes.
- Bombón hazme el favor de llevar a este perrito de regreso a su casa.
- ¡En el acto!
- ¡No! –ladraba con toda su fuerza Baguette– mientras corría como loco de arriba a abajo, de izquierda a derecha y en círculos hasta que se mareó y chocó contra el inmenso pino que adornaba el pueblecito de papá Noel haciendo que con el golpe se cayera la brillante estrella que alumbraba la punta y quebrándose en mil pedacitos-
- ¡Cosa más rara! –decía Bombón– ¡jamás en mi vida había visto un cachorro tan travieso!
- ¡Jo jo jo! ¡ahora recuerdo! Tú eres el cachorrito que recogió Beca y si la memoria no me falla te comiste sus libros del colegio, dejaste sin calcetines a toda la familia, mordisqueaste el bastón de la abuela, no te dejas bañar, le ladras hasta a las hormigas, te robaste una galleta de la mesa cuando nadie te veía y … ¡haces muy feliz a toda tu familia! ¡jo jo jo!
- Lo siento –decía el perrito– no es mi intención ser así … Beca dice que no soy travieso, que sólo soy demasiado entusiasta … simplemente no lo puedo evitar, lamento haber roto tu estrella, pero si me acompañas a mi casa quizá la abuela tenga otra para ti en su baúl.
- ¡Jo jo jo! La estrella no me preocupa pequeño, Bombón lo arreglará en un santiamén … pero ¿porqué no quieres ir a casa?
- Bueno … ya que estoy aquí quisiera que me respondieras algo muy importante primero.
- ¡No, no, no! –refunfuñó Bombón mientras subía una larga escalera con otra estrella en las manitas– ¡papá Noel no puede responder preguntas hoy! ¿qué no sabes que mañana es Navidad?
- ¡Eso! Yo no sé qué es Navidad.
- ¡Jo jo jo! No seas gruñón Bombón, siempre hay tiempo para responder ésa pregunta, después de todo ¡es Navidad jo jo jo! Verás pequeño –comenzó papá Noel mientras decenas de duendecitos acomodaban inmensas cantidades de regalos en su trineo y otros tantos alistaban a los enormes renos– hace muchos, muchos, muchos años, en una fría noche invernal una mujer dio a luz a un hermoso bebé en un humilde pesebre; aquel bebé era sumamente especial, era el niño Dios, aquel que vino a alumbrarnos con su amor y a darnos a todos y cada uno de nosotros una nueva oportunidad de vivir en paz y armonía, y cada año desde entonces lo recordamos en esta fecha, Navidad, que quiere decir nacimiento, y así celebramos el nacimiento del niño Dios con suma alegría, regalos y en la compañía de nuestros seres queridos.
Después de escuchar aquella historia Baguette se puso triste, bajó sus orejitas y desenroscó su colita mientras suspiraba hondamente.
- ¿Y ahora que te pasa? –decía intrigado papá Noel–
- Es que –sollozaba Baguette–mi familia ha sido muy buena conmigo, aunque soy travieso, hasta me compraron un regalo … y yo… yo no tengo nada que darles.
- ¡Jo jo jo! Pero la Navidad no se trata de regalos y fiestas, ni canciones y dulces, además el mejor regalo que puedes darles es tu cariño, yo he visto como acompañas a la abuela cuando está enferma en cama y como te preocupas cuando ya es muy tarde y papá Varun aún no llega de trabajar y como recibes con tanta alegría a Beca y Bruno cuando llegan del colegio, y como los haces reír e incluso ayudas a mamá Brida a hacer hoyos en el jardín para que plante ésas rosas que tanto le gustan. El mejor regalo de todos Baguette, no se puede comprar, el cariño es más valioso que cualquier otra cosa, ahora sube a mi trineo para llevarte a casa, con tu familia, donde perteneces.
Y, así, papá Noel y Baguette se enfilaron hacia el cielo y cuando llegaron a su casa papá Noel dejó al cachorro y regalos para todos, incluso uno de parte de Baguette.
- ¿ Y qué regalo es ése papá Noel?
- ¡Jo jo jo! Uno muy importante perrito ¡calcetines nuevos para todos! ¡jo jo jo! Ahora regresa a tu camita.
- ¡Pero papá Noel! ¡Se te olvidan tus galletas!
- ¡Jo jo jo es cierto! –mientras papá Noel bebía la leche, Baguette miraba el plato de galletas con suma atención–
- ¿Me das una?
- ¡Jo jo jo! Porqué no, después de todo ¡es Navidad! ¡jo jo jo!
Cuando terminaron de comer, papá Noel subió a su trineo diciendo :”¡feliz Navidad! ¡y paz en la tierra a los hombres … y cachorros de buena voluntad! ¡jo jo jo! ¡feliz Navidad!
A la mañana siguiente, cuando la familia bajó para abrir sus regalos notaron a Baguette profundamente dormido bajo el árbol al lado de una esfera rota, trocitos de galletas y una caja llena de calcetines … ¡sin mordisquear!
- ¿Y ésos calcetines?-preguntaba papá Varun-
- ¡Seguro es el regalo de Baguette! –dijeron todos–mientras abrazaban a su cachorro travieso y él los llenaba de húmedos y escurridizos besos.

martes, 27 de noviembre de 2012

SI YO FUERA UN ÁRBOL


SI YO FUERA UN ÁRBOL
Autora : Elizabeth Segoviano ©copyright 2012 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Si yo fuera un árbol, sería el hogar de todas las aves.
Las protegería de la noche, los relámpagos y tempestades.

Si yo fuera un árbol, extendería mis raíces  por todo lo ancho de la Tierra;
Para abrazarla y decirle que existe alguien que la sueña, que la abraza y no deja de pensar en ella.

Si yo fuera un árbol, le regalaría mis más suaves hojas al viento, para que las convirtiera en mariposas y viajaran por lejanos cielos y más allá del tiempo.

Si yo fuera un árbol, esperaría con los brazos bien abiertos a la lluvia (nada de paraguas o impermeables) quisiera sentir  cada gota deslizarse mientras me cuentan lo que  han visto en su largo  viaje desde las nubes hasta mi follaje.

Si yo fuera un árbol ofrecería mi sombra a quien le hiciera falta, humanos, gansos, colibríes, caracoles u orugas por igual; porque todos serían bienvenidos a recobrar el aliento  bajo mi cuidado atento .

Si yo fuera un árbol. me gustaría tener un amigo que me diera de beber cuando el sol del verano ardiera en el cenit.
A cambio yo podría ofrecerle mi fiel compañía y un confidente que  sabría guardar todos sus secretos hasta el fin.

Si yo fuera un árbol , no me gustaría ser ignorado, quisiera que alguien se detuviera un segundo a pensar que es un milagro poder ver un árbol.
Siempre atento, siempre bailando lento con las mil voces del viento.

Si yo fuera un árbol, me gustaría recibir un buen abrazo de cuando en cuando; porque un árbol es un hogar, es sombra, refugio, compañía, confidente, un amigo y el mejor lugar para soñar.


lunes, 26 de noviembre de 2012

DE GATOS Y RATONES (DOS CUENTOS EN RIMA)


Estos cuentos son un pedido especial de dos pequeños lectores y soñadores que me escribieron pidiéndome por favor que escribiera algo en rima, acerca de gatos o ratones ... bueno, una promesa es una promesa y aquí les dejo dos cuentos :D con todo cariño para Aby y Josué :)

GERARDO RATÓN

Autora: Elizabeth Segoviano Copyright©2012 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


El ratón Gerardo se siente resfriado,
Él quisiera comer un trozo de pan tostado.
Pero la abuela ratona le dice que no es una buena idea
Las migajas harán que su garganta le duela.

El ratón Gerardo pide entonces un tazón de rico helado de queso ... quizá con unas chispitas de chocolate y trocitos de nuez.
Pero la abuela ratona le dice que no es una buena idea
El helado le dará frío y no parará de estornudar hasta que su nariz termine hinchada y roja, como la del reno de navidad.

El ratón Gerardo se sigue sintiendo resfriado, pero sin pan tostado ni rico helado se acurruca bajo el edredón con su osito de peluche y un carrito de latón.
Entonces la abuela ratón le lleva una taza de espumoso y espeso chocolate caliente, con doce malvaviscos y también le lleva un viejo tocadiscos, y un gran libro de cuentos, una vela aromática de vainilla, una suave bufanda de estambre tejida, y pasa la tarde leyéndole cuentos a su nieto Gerardo ratón.

Para que se olvide del resfriado, del pan tostado y también del helado, que se los cambia por mimos, arrullos y besos hasta que sale la luna y los arrulla a los dos, para que al otro día cuando salga el sol, Gerardo el ratón y su abuela ratón puedan pasear por el parque hablando de las historias que la luna les contó, mientras saborean  él, un rico helado de queso con moras, y ella un sandwich helado de chocolate y vainilla ... ¡hey! ¡Después de todo Gerardo ratón ya no está resfriado!  





KATO EL GATO

Elizabeth Segoviano ©copyright 2012 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


Kato el gato está muy aburrido, solito en su habitación,
él sueña con un juguete nuevo .
Tal vez una guitarra para componer una canción.
O un gran almohadón de suave terciopelo con todo y edredón.
El quisiera algo divertido como una araña de peluche,
y un ratón de cuerda que no se resista y luche.


Kato el gato esta tan aburrido como un reloj de arena ,
ni siquiera le hace caso a su tazón de leche ... porque es
Blanca y aburrida.
Él desea leche rosada, morada o amarilla.

Kato el gato entonces mira por la ventana,
y ve la luna llena ¡cielos es tan grande, brillante, redonda y bella!
Kato piensa ¡si tan solo la luna fuera una bola de lana!
Kato el gato mira alrededor ,
El ve los viejos libros que cubren la habitación,
Kato quiere encontrar un libro mágico,
con  hechizos magníficos, exactos y fantásticos,
que le ayuden a convertir la luna en una gran bola de lana peluda.

Kato busca y lee, lee y busca.
Y de tanto leer y buscar se queda dormido .
El gatito sueña con que la luna se convierte en una pelota de lana.
Kato sueña que rueda la bola por todo el cielo y se enreda en las estrellas,
y se enreda en el sol, ya no queda ni una constelación.
¡Santo cielo! ¡cuánta confusión!



Kato el gato se despierta asustado.
¡Por todos los gatos! –dice Kato- ¡gracias al cielo que sólo era un sueño!
Quizá no es tan buena idea que la luna sea una bola de lana peluda.
Es mejor que se quede como una gran roca brillante.
Una que no sea rodante.

Kato el gato entoces piensa que es mejor ir a la cocina.
Ahí puede hacerse un sandwich de sardina.
O salir al jardín y recoger moras azules y rosas,
y otras tantas cosas.
Para pintar su leche blanca y aburrida.
¡Eso! –piensa Kato- ¡vamos a hacer la leche divertida!




viernes, 23 de noviembre de 2012

CUENTOS EMPOLVADOS: ¿SÓLO UN ÁRBOL?



Autor: Elizabeth Segoviano
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
SEP-INDAUTOR registro público 03-2011-101711562800-14








Para  Tito ...  marry meet, and merry part, until marry, we meet again

Todas las mañanas se le podía ver caminando entre los árboles, sentado a su lado meditando y hasta abrazándolos, obviamente todos pensaban que estaba loquito ¿quién en su sano juicio se la vivía abrazando árboles? ¡y sobre todo tan temprano! Pero eso no era todo, los fines de semana aquel hombre los pasaba plantando más árboles, podando ramitas secas, abonándolos y regándolos, sobre todo cuando hacía mucho calor.
Nadie sabía su nombre, pero siempre tenía un saludo cordial y una sonrisa para todos, y los niños comenzaron a llamarlo Don árbol; cosa que no le molestaba ... y, de hecho, sí tenía cierto parecido con un árbol, su encrespada melena semejaba el tupido follaje de un ficcus en primavera, sus brazos eran tan largos y fuertes como las ramas de un roble, sus pies enormes y firmes eran igual a las raíces de un fresno y era tan alto como un eucalipto ... bueno, quizá no tanto, pero definitivamente era alto, y como siempre usaba una túnica verde con capucha encima de sus desgastados jeans y camiseta verdaderamente parecía un árbol más del bosque.

- ¡Qué tipo tan más chiflado! –decía burlonamente Pecorino, uno de los tantos pequeños que observaba a Don árbol mientras se dirigía a la escuela–
- ¡Pecorino! –le reprendía su madre– ¿en dónde es que has aprendido a ser tan grosero? Ése señor hace algo muy bueno por todos nosotros y debemos estar muy agradecidos con él .
- Pero mami ¿de qué hablas? ¿hay que estar agradecidos con ése orate sólo porque se la pasa abrazando árboles? A mí me parece una pérdida de tiempo ...
- ¡Basta ya! Quizá aprendas algo pasando un tiempo con él.
- ¡Eso si que no! ¡no me vas a obligar a ayudar a ése tipo!
- Pecorino, no juzgues a las personas sin conocerlas, tú no sabes lo que podrías aprender.
Cuando Pecorino llegó a la escuela lo primero que hizo fue quejarse amargamente con Lily, su mejor amiga.
- ¡Ay Lily! –decía el pequeño– no vas a creer lo que mi mamá me va a obligar a hacer!
- ¿Por fin te vas a bañar todos los días?
- ¡Lily esto es serio! ¡voy a tener que pasar el fin de semana ayudando al desquiciado de Don árbol!
- ¿Y eso que tiene de malo?
- ¿¡Lily tú también!?
- Mira mi querido Pecorino, puede que Don árbol sea algo ... peculiar, pero no creo que sea malo ... la gente dice que en realidad es un mago.
- ¿Qué mago va a ser? Si acaso será un payaso.
- Para que veas lo buena amiga que soy ¡yo te acompaño!
- ¿De verdad?
- ¡Claro! Si yo no soy una gallina como tú.

El sábado muy temprano la mamá de Pecorino los llevó al bosque y los chicos caminaron un par de minutos hasta que por fin se toparon con él, quien como de costumbre, estaba bien abrazado a un enorme roble.
- ¿Disculpe ...? –decía tímido Pecorino–
- ¿Si? –respondió curioso Don árbol–
- Buenos ... días ... hmmm ...hmmmm ...
- ¡Buenos días Don árbol! –interrumpió la pequeña– yo me llamo Lily y éste es mi mejor amigo Pecorino y nos ha mandado su mamá a ver en que podíamos ayudarle.
- ¡Ah! ¡qué espléndido, dos ayudantes! Bien, muy bien, hoy hay mucho que hacer.
Mientras Don árbol y Lily se disponían a sujetar los pequeños arbolitos a largas varas para que no se quebraran Pecorino se sentó cómodamente en la suave hierba a jugar con su video juego portátil ... pasó una hora y luego otra y él seguía absorto avanzando nivel tras nivel venciendo a sus enemigos con el ultra hipermegacombo de súper energía púrpura recargada; y cuando finalmente se cansó sacó su teléfono móvil y se puso a escuchar música y mandar mensajitos a sus amigos ... pasó una hora y luego otra ... y cuando finalmente se cansó tomó su mochila y sacó su reluciente computadora portátil con conexión megasónica integrada a la red con banda súper ancha para navegar abajito de la velocidad de la luz ... pasó una hora y luego otra, el sol ya comenzaba a ponerse y todo iba quedando en penumbras; así que Don árbol y Lily hicieron una fogata, montaron sus tiendas de campaña y comenzaron a preparar la cena, el aromático vapor de una sopa de hongos silvestres sacó a Pecorino de lo que parecía ser un profundo trance hipnótico, sus dedos por fin dejaron de teclear y dando un bostezo digno de un oso grizly después de invernar dijo : ¡yom! ¡por fin la cena! ¡me muero de hambre!
- ¡Pecorino eres un cínico! –reprendió Lily– ¡no nos ayudaste en todo el día y encima quieres devorar lo que preparamos con tanto esfuerzo!
- No exageres Lily –decía el pequeño– yo sólo los vi jugando en el lodo
- ¡Claro que no! sembramos docenas de árboles salvamos unos nidos que estaban apunto de caer, Don árbol me enseñó a detectar los árboles que están enfermos y también a contar su edad y ...
- Lily –interrumpió Don árbol– creo que a tu amigo no le importa lo que hacemos ... ¿verdad Pecorino?
- No se ofenda Don ... oiga ¿usted no tiene un nombre normal?
- ¿Normal? ... ¿como Pecorino? Prefiero llamarme árbol, pero sí tengo uno, mi nombre es Tito, mago Tito a tu servicio.
- ¡Entonces es cierto que usted es mago! –gritó entusiasmada Lily–
- Si, pero yo no saco conejitos de sombreros ni nada de eso, mi magia consiste en escuchar a la Tierra y ayudarla ...
- Yo no entiendo Don mago –decía el niño mientras devoraba un plato de sopa– los árboles no sienten, sólo son cosas que están ahí inmóviles, son inútiles, yo no perdería el tiempo con este montón de palos ...
Con un dejo de tristeza el mago se incorporó, recogió los trastos, echó más varitas a la fogata, y sirviéndose una taza de humeante café dijo: ya es tarde Pecorino ve a dormir, mañana temprano te llevaré a tu casa ... y dulces sueños Lily, mi dulce asistente ... eres tan encantadora como un hermoso elfo. Entonces la niña corrió a darle un abrazo al mago y se fue a dormir soñando con las historias que le había dicho sobre los guardianes que vigilaban los bosques y las hadas que habitaban en los capullos de flores .

Unos minutos después de la media noche el mago entró a la tienda de Pecorino, puso sus manos sobre su frente y pecho y susurró lo siguiente : “¡por agua tierra aire y fuego que entre en este pequeño el aliento del bosque, de cabeza a pies y de pies a cabeza que sienta y viva como una corteza!” y habiendo dicho eso se fue a dormir tranquilamente.
Algunas horas después Pecorino comenzó a sentir mucho frío e intentó incorporarse para buscar su abrigo, pero por más que quiso no pudo, entonces, asustado, abrió los ojos y se dio cuenta de que ya no estaba dentro de la casa de campaña sino afuera, podía ver a Lily dormir como un lirón y al mago roncando cerca de la fogata, y quiso hablar, pero el único sonido que pudo emitir fue un crujir grave, igual al que hacían las ramas del bosque, entonces con mucho cuidado se miró y aterrado notó que su cuerpecito de niño había cambiado, ahora era un enorme tronco de roble con las raíces tan profundas que podía sentir como las rozaban las aguas de un antiguo río oculto, y sintió un cosquilleo que lo hacía estremecerse un poquito, era una familia de pajaritos, cuyos polluelos aleteaban con todas sus fuerzas para aprender a volar, y por primera vez en mucho tiempo Pecorino contempló un amanecer, vio el cielo teñirse de rosa, naranja y amarillo y pudo sentir como los rayos del sol rozaban sus hojas más altas, se sentía bien aquel calor que era como el abrazo de un viejo amigo, era un saludo que le daba la bienvenida a otro día.
Y Pecorino escuchó entonces la voz del viento que les contaba historias de sus viajes a las flores que al escucharlo abrían sus pétalos para sonreírle; el pequeño estaba sorprendido, nada en aquel bosque estaba inanimado, todo tenía vida y voz, todo era hermoso y tranquilo ... pero de repente se escuchó un sonido aturdidor, eran grandes camiones de carga y hombres con gigantescas herramientas, y uno de ellos se le acercó a Pecorino y con una lata de pintura le marcó un horrible tache encima y dijo que aquella tarde lo derribarían ... derribarían todo para convertir aquel lugar en un moderno estacionamiento. Entonces Pecorino quiso gritar, decir que estaba vivo, que le dolía lo que aquellos hombres hacían, que sentía miedo y odiaba que le arrancaran las ramas, quería defenderse .. quiso llorar y gritar, pero nadie lo escuchaba.
- ¡No me corten!-gritaba Pecorino- ¡estoy vivo! ¡soy un árbol pero siento! ¡no me corten! ¡no hago ningún daño! ¡no me corten! ¡yo no quiero! ...
- ¡Pecorino despierta! –gritó Lily– tienes una pesadilla.
- ¡No me corten! ... ¿era un sueño? ¡estaba soñando! – entonces el niño salió corriendo a abrazar al primer árbol que se encontró, lo abrazó con todas sus fuerzas prometiendo que los iba a cuidar–
- Pecorino –dijo el mago– ¿qué se siente ser sólo un árbol?
- ¿Fue usted quién me hizo soñar eso? ¡de verdad es un mago!
- Tenías que entender mi pequeño amigo, que los árboles también son seres vivos, que sienten y que nos dan mucho a cambio de muy poco, nos ofrecen sus frutos, limpian nuestro aire, nos comparten de su agua nos dan sombra y siempre están dispuestos a escucharnos, tenías que entender que tenemos que cuidar a aquellos que no se pueden defender y hablar por aquellos que no tienen voz.
- Siento mucho haber sido tan grosero con usted Don mago, digo Don árbol, digo mago Tito.
- Don árbol está bien Pecorino.
- Le prometo que vendré ayudarle cada vez que pueda.
- ¡Y yo! –decía Lily–
- ¡Pues esto hay que celebrarlo!
Desde ése día se puede ver a mucha más gente en los parques y bosques abrazando los árboles ... porque ¿a quién no le gusta recibir el abrazo de un buen amigo?

Este cuento lo escribí en memoria de un mago (uno de verdad!) que cambió mi vida para siempre con su devoción por la naturaleza, con su amabilidad y cariño, con su magia y sus enseñanzas ... espero les guste :) ... y que mejor compañía que los counting crows para terminar el cuento :) xoxo, eliz

viernes, 16 de noviembre de 2012

CUENTOS EMPOLVADOS: PARA LLAMAR A LA LUNA




PARA LLAMAR A LA LUNA
Autor: Elizabeth Segoviano
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS SEP-INDAUTOR registro público 03-2011-101711562800-14




Para llamar a la luna no se necesita ser científico, ni malo o bueno, ni hechicero o un loco.
Sólo debes ser tú mismo y llamarla con todas tus ganas.
Ya verás que te seguirá de la noche a la mañana.
Tal vez pienses que con el primer rayo del alba ella te olvide y se vaya, pero la luna no es así.
La luna es como tú y como yo, juguetona, caprichosa, berrinchuda ¡ah! pero eso sí, amiga fiel en las buenas y en las malas.
Llámala esta noche y verás como viene corriendo hasta tu ventana para arrullarte cada madrugada.
Verás cómo su tenue luz es capaz de ahuyentar a los monstruos ocultos bajo la cama o a duendes y sombras tercos y tramposos que huyen cuando a mamá llamas.
Llámala de día, y si en el cielo no la ves aparecer entonces mira alrededor, pues tal vez te esté guiñando un ojo desde el plato de leche de algún gato orgulloso.
O quizá esté hecha garabato entre dibujos y borrones o en aquellas hojas hechas jirones.
Para llamar a la luna no hace falta dinero, ni aparatos extraños o complejos.
Basta que la llames cuando lo desees y ella gustosa tomará tus manos y las llenará de luz de estrellas, de soles, de todo cuanto ella ve a sus alrededores.
Te contará historias de los siete mares y leyendas del otro lado de la tierra o de los tesoros enterrados en lejanas arenas.
Sabrás las canciones más hermosas que el viento le ha cantado a las nubes y a las rosas.
Te relatará de sus amigos los unicornios y del valle encantado que habitan en un sol muy lejano.
Si llamas a la luna, ella será por siempre tu fiel compañera.
Y te darás cuenta como cada noche la hallarás en puntual espera por si la noche miedo te diera.
Porque la luna es como tú y como yo, curiosa, aventurera, valiente y traviesa, es una gentil princesa que busca en tu cabeza un escondite que sólo tú y ella conozcan.
Un lugar donde ambos puedan soñar sin que nadie les diga que volar es imposible o que las estrellas no se pueden ni se deben alcanzar.
La luna sabe que eso es mentira, pues si la llamas y se hacen amigos no habrá para ti camino cerrado o cielo que no puedas surcar.
Porque al llamar a la luna ésta será tuya y nadie te la podrá quitar.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

UN LIBRO HECHO CON MUCHO AMOR

Queridos soñadores,
En esta ocasión quiero hablarles de un libro hecho con mucho amor: TE PUEDE PASAR A TI,cuentos para la concienciación: Leucemia.
La portada del libro la he creado yo para ARTISTAS UNIDOS CONTRA LA LEUCEMIA

Este proyecto que nació con el blog ARTISTAS UNIDOS CONTRA LA LEUCEMIA
http://artistasunidoscontraleucemia.blogspot.com.es/

se ha transformado en un hermoso libro de cuentos en el que participan fabulosos escritores como: SILVIA OCHOA, LIANA CASTELLO, MARÍA ALICIA ESSAIN, JUSTINA CABRAL y una servidora, entre otros escritores. este libro, además de crear conciencia acerca de este mal que aqueja a muchos pequeños esta destinado a recaudar fondos para la fundación JOSEP CARRERAS http://www.fcarreras.org/es/ y así continuar la lucha contra este mal.
Les puedo asegurar que esta antología de cuentos desborda amor y esfuerzo en cada palabra pues han sido creados con la intención de brindar apoyo, fuerza y alegría a los niños y niñas que luchan valientemente todos los días contra esta enfermedad.
Esta vez pido su ayuda para comprar este libro y difundirlo.
Además recuerden que ya viene navidad y sería un lindo regalo y un gesto apreciado por muchos (si lo hacen podrán decirle a papá Noel que les anote una palomita extra en su lista de niños bien portados )
y si por ahora no pueden comprarlo, no se preocupen, también pueden ayudarnos mucho si lo comparten en sus redes sociales, etiqueten a sus amigos, regálennos un twit, escriban una entrada en sus blogs ... por favor, ninguna ayuda es demasiado pequeña, ustedes pueden devolverles la sonrisa a muchos pequeños, está en sus manos.
TE PUEDE PASAR A TI,cuentos para la concienciación: Leucemia. está disponible de forma electrónica o en papel a través de BUBOK en estos enlaces:
en ESPAÑA:
/www.bubok.es/libros/216549/Te-puede-pasar-a-ti-Cuentos-para-la-concienciacion-Leucemia

en MÉXICO :
http://www.bubok.com.mx/libros/192713/Te-puede-pasar-a-ti-Cuentos-para-la-concienciacion-Leucemia
EN ARGENTINA :
http://www.bubok.com.ar/libros/193122/Te-puede-pasar-a-ti-Cuentos-para-la-concienciacion-Leucemia

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este cuento se titula UN SOLDADITO SIN CASCO escrito por LIANA CASTELLO Y es uno de los hermosos cuentos que encontrarán dentro del libro TE PUEDE PASAR A TI,cuentos para la concienciación: Leucemia.