Mis queridos soñadores hoy interrumpo un poco el flujo de nuestra historia de aventuras para compartir con ustedes una hermosa y conmovedora sorpresa que he descubierto esta mañana.
… y justo cuando necesitaba una buena noticia :) me llega este detalle tan lindo.
Javier y Pablo los nuevos administradores de el blog ARTISTAS UNIDOS CONTRA LA LEUCEMIA http://artistasunidoscontraleucemia.blogspot.mx
me han concedido el premio BARCOS SOLIDARIOS por haber participado en las dos antologías de cuentos de este magnífico blog … pero soy yo quien tiene que agradecerles a ellos y a los creadores del blog Oliver y Silvia porque a través de ellos aprendí muchas lecciones importantes y hermosas, porque ampliaron mi visión del mundo y de la solidaridad y porque la amistad que tuve con Oliver aunque breve, ha dejado una huella profunda en mí …¡ una huella buena! para quien no sepa de que se trata este blog los invito a visitarlo a leer y a participar ya que Javier y Pablo les aseguro los tratarán con todo el respeto que merecen, solo puedo darles las gracias chicos y poner este premio con orgullo y espero poder seguir participando con ustedes, de todo corazón GRACIAS.
sábado, 10 de mayo de 2014
viernes, 2 de mayo de 2014
EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS : CAPÍTULO IV
EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS
CAPÍTULO IV
¡UN GUERRERO INDEFENSO!
Autora:
Elizabeth Segoviano Copy right©
TODOS
LOS DERECHOS RESERVADOS
Un par de murciélagos descomunales habían salido al
encuentro del oso, pero éste no les temía, se quitó la pañoleta que tenía atada
al cuello y la convirtió en una especie de honda con la que les arrojó algunas
rocas para poder quitárselos de encima; el inmenso bosque parecía interminable
y en la espesa oscuridad se ocultaban toda clase de obstáculos y criaturas que
podían erizarle los pelos a cualquiera, pero no al guardián, quien corría a
toda velocidad con un solo pensamiento, llegar con Soleil. Sin embargo, un
destello capturó la atención del guardián, una luz entre los arbustos que
lentamente se hacía más débil, el oso escudriñó la escena y escuchó un sollozo
lleno de dolor, de inmediato trozó las ramas de los arbustos y entonces
descubrió una pequeña criatura cubierta de fango, con las alas rotas y los
diminutos brazos llenos de rasguños, el osito pensó que esa criatura era un
tanto extraña para ser un ave, pero toda criatura merecía ayuda, en especial si
estaba lastimada, así que el guardián puso a la extraña ave en su pañuelo y
trepó a un alto árbol donde había un nido de búhos de cara blanca.
-
buuhoo –dijo
el guardián–
-
buuhoo –respondió
un enorme y hermoso búho– ¿eres un oso?
-
Si, un oso y un
guardián
-
Buuhoo ¿cómo
te llamas?
-
Aún no tengo
nombre, mi protegida debe escoger mi nombre
-
Buuhoo ...
comprendo ¿y qué puedo hacer por ti guardián?
-
Encontré esta
ave lastimada y me preguntaba si podía dejarla contigo
-
¡Buuhoo,
buuhoo, buuhoo! ¡esa no es una ave, es un hada!
-
¿un hada? ¿y
que hace tan lejos de los bosques mágicos?
-
Buuhoo, tal
vez se perdió, pero mi familia y yo la cuidaremos, ella sanará ... buuhoo,
sabes , han estado pasando cosas extrañas, hay tenebrosas sombras que han
cruzado por mi bosque hacia la ciudad, he visto murciélagos enormes y
enfurecidos, y tormentas que no tienen explicación ... ¿es por eso que has
venido?
-
Eso creo, debo
llegar cuanto antes con mi protegida, la luna me ha dicho que hay un peligro
acechando ¡debo detenerlo!
-
Buuhoo ... será
más rápido llegar si te llevo en mi lomo.
-
¿Y qué hay del
hada?
-
Buuhoo, no te
preocupes, mi esposa cuidará de ella, en nuestro nido no le pasará nada malo.
-
Entonces vámonos
señor búho.
El guardián se sujetó fuertemente al gran búho y
emprendieron el vuelo.
Desde las alturas el oso pudo ver que las terroríficas
sombras se cernían poco a poco sobre la ciudad, dirigiéndose a la casa de
Soleil. Aquella oscuridad crecía para apoderarse de todo lo que fuera bueno.
El búho apresuró el vuelo, sin embargo, al irse
acercando, las monstruosas presencias comenzaron a rodearlos para detenerlos.
Las terribles visiones que poblaban la oscuridad
hacían que el búho quisiera huir a toda prisa a su bosque, al fondo de su nido
donde se sentía a salvo, pero el guardián le susurró al oído que no se
asustara, que no alimentara al miedo, y llenara su mente con recuerdos
hermosos, entonces el guardián posó sus manitas peludas y rechonchas sobre los
ojos del búho y como por arte de magia el ave se vio transportado a las bellas
tardes de verano cuando sobrevolaba el bosque mientras el ocaso teñía el cielo
de incontables colores, y a la mañana de primavera cuando sus queridos
polluelos habían comenzado a romper su cascarón, con aquellos recuerdos
inundando su mente, el búho voló directamente hacia las sombras y las atravesó.
Las tenebrosas apariciones chillaron de coraje y se
retorcieron formando tétricas garras gigantescas que intentaban atrapar al búho
en vano, y enfurecidas se apresuraron a entrar en la casa de Soleil.
En la recámara de la niña las paredes parecían gruñir,
extraños ruidos emanaban del guardarropas y por debajo de la cama ... la niña
quiso levantarse y correr con sus padres, pero al poner sus piecitos desnudos
en el piso, sintió que extrañas garras frías y viscosas querían atraparla,
entonces estiró su brazo para encender la lámpara, al hacerlo ésta salió
volando al otro lado de la habitación, así que Soleil, aterrada, abrazó sus
mantas y se cubrió con ellas el rostro esperando que todo fuera un horrible sueño
del que despertaría pronto.
El corazón de Soleil latía tan rápido y tan fuerte
que pensó que en cualquier momento se le saldría del pecho, pero fue en ese
momento, cuando creyó que ya no podría soportar más, que se escuchó el cristal
de la ventana romperse, la niña haciendo uso de todo su coraje se destapó la
cara y notó que entre las penumbras revoloteaba un búho blanco y montando al ave iba un deslumbrante oso de
peluche que para su enorme sorpresa hablaba y recitaba con una voz fuerte,
clara y firme unas palabras que ella no comprendía : “Lunare licht, Sun licht,
non shatten postare” aquellas palabras hicieron que las sombras retrocedieran y
el oso saltó del lomo del búho a la cama de Soleil tomando la linterna que estaba en su buró y con ella apuntó
a las sombras que comenzaron a huir en parvada.
Pero repentinamente un par de sombras que acechaban
bajo la cama salieron enfurecidas enseñando sus negras fauces a la niña, el búho
y el oso; sin embargo el guardián era rápido y cruzó la habitación de un salto
para descolgar un espejo que apuntó hacia la ventana donde brillaba la luna
llena y reflejó los rayos plateados y puros sobre las sombras, estas se
estremecieron convirtiéndose en un
fino polvillo que salió volando por la ventana.
Soleil no daba crédito de lo que había presenciado,
y aunque había algo acerca del oso que la tranquilizaba, no lograba comprender
que estaba sucediendo.
El guardián con calma recogió la lámpara y la
encendió, de inmediato subió a la
cama de la pequeña y la abrazó.
-
tranquila mi
niña, no voy a permitir que nada ni nadie te lastime, nada ni nadie te tocará,
ni perturbará tus sueños, yo soy tu guardián, he sido mandado por Nani, tu
abuela, y voy a resolver esto -la niña tomó lápiz y papel para escribir lo que
quería decir, pero el oso la interrumpió y dijo que no había necesidad de eso,
pues el podía escuchar sus pensamientos- .
-
¡todo es mi
culpa! –pensó la niña– ¡mi
abuelita no despierta! ¡mis amigos se han convertido en sombras!
-
Nada de esto
es tu culpa Soleil –decía el oso con una voz suave y tierna mientras secaba las
lágrimas de la pequeña con sus pulgares regordetes- arreglaremos esto juntos,
no estás sola.
-
¿Cómo te
llamas?
-
Tu debes
ponerme nombre, y cuando lo hagas nada podrá separarnos.
Soleil pensó y pensó, rebuscando en su cabeza un
nombre especial, uno que fuera digno de su guardián ... entonces un sólo nombre
vino a ella, se dirigió a la ventana y señaló la estrella más brillante de la
constelación de tauro, luego señaló al oso y el guardián lo comprendió, el
nombre que Soleil le había elegido era ALDEBARÁN, y como si aquella estrella a
tantos años luz de distancia pudiera comprenderlo todo, brilló y titiló más
fuerte que antes regalándole al oso sus más hermosos rayos de luz. Acto
seguido, el oso tomó las manos de la niña y dijo : “Aldebarán, Soleil, Soleil,
Aldebarán, bajo el resguardo de las estrellas nuestros nombres se unirán, por
siempre te juro lealtad, soy tu guardián protector y nada de ti me separará jamás”.
La pequeña abrazó al oso y comenzó a sentir los párpados
cansados, todo su cuerpo se sentía lento y pesado como un ancla que cae
lentamente en las profundidades del mar, y cerró los ojos para dormir tranquila
por primera vez en muchos días, Aldebarán la cubrió cariñosamente con el edredón,
le dio un beso en la frente y le pidió al gran búho que se quedara con ellos
hasta que amaneciera pues no era seguro volar hasta el bosque aquella noche, el
búho, también cansado se posó sobre una repisa y se dispuso a descansar.
Aldebarán tomó un lápiz, le sacó una punta bien
afilada y recogió el espejo para usarlo como escudo.
- Duerman
tranquilos pequeños –susurró– Aldebarán vigilará sus sueños.
Ni bien acababa de decir aquellas palabras cuando
un viento helado entró azotando la ventana, pero el guardián ya estaba listo,
la ráfaga giró rápidamente tratando de esquivar al oso pero Aldebarán le cortó
el paso con el espejo y la ráfaga se convirtió en un espectro que al ver su
horripilante reflejo retrocedió y el oso le metió tremenda estocada con su lápiz,
un pedazo de aquel ser se desgarró y atemorizado ante aquel increíble hecho
desapareció.
-
Buuhoo – ululó
el gran búho que aún no estaba del todo dormido– un guardián necesita armas,
armas de verdad Aldebarán, no puedes seguir peleando así ¡eres un guardián indefenso!
-
Lo sé querido
Búho, solo debo resistir hasta el amanecer y entonces buscaré las armas que me
ayuden a librar de esas sombras a mi princesa.
El resto de la noche ya no hubo ataques, aunque sí
muchos ruidos extraños, pero al menos Soleil había dormido tranquila y eso era
todo lo que importaba.
Aldebarán supo que aquellas apariciones no habían
llegado sin una razón, habían sido conjuradas ... pero aquel conjuro debía
tener algo extraño, pues si una bruja común y corriente las hubiera llamado, ya
habrían desaparecido, el guardián necesitaba respuestas, y para ello tendría
que buscar el consejo de seres sabios, seres mágicos como los que habitaban en
el bosque de las hadas, pero no podía ir sin armas y sobre todo, no podía ir
dejando desprotegida a Soleil ...
CONTINUARÁ ;)
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