En la
víspera de Navidad
Un joven
duendecillo salió a pasear.
Como era
joven y travieso
Se puso a
jugar y corretear.
Lanzaba
grandes bolas de nieve al aire
Para
verlas chocar y hacer “splash”
¡Pero una
de las enormes bolas se fue a estrellar en el pino de Navidad!
Hubo un
momento de silencio y luego se escuchó : un ¡”pim, pam, pum crash”!
Se había
roto la bellísima estrella en la punta del árbol
¡Y justo
en la víspera de Navidad!
En aquel
momento salieron de sus casitas los demás duendecillos,
Los renos
mágicos y el Señor y la Señora Claus que habían estado horneando panecillos.
¿Que ha
pasado? –se preguntaban- ¿qué ha sucedido?
La Señora
Claus se acercó al pino
y recogió
con cuidado los trocitos de cristal fino.
¡Lo
siento tanto! –decía el duendecillo– no era mi intención hacer daño
Soy
travieso y no puse atención.
Ustedes
saben que la estrella de cristal era mi admiración.
Regresa a
casa pequeñín –decían los señores Claus– las ventiscas arrecian, parece que no
tendrán fin.
Y hay que
terminar de cargar el trineo, ve y busca las capas de los renos, no te olvides
de la de saltarín.
El
duendecillo obedeció, pero sabía que había causado tristeza y gran decepción.
Por ello
corrió a su habitación a buscar algo de pintura y también cartón.
En el
pesebre junto a los renos puso manos a la obra, y ayudado de un ratón
Dibujó
una gran estrella que recortó y coloreó.
Luego él
y su amigo ratón la subieron poco a poco al gran pino navideño.
La
aseguraron a la punta con mucho esfuerzo y frunciendo el ceño.
Al ver
todo su esfuerzo, las estrellas en el firmamento sintieron mucha ternura.
Así que
ofrecieron su ayuda.
Dejaron
caer sobre la estrella de cartón sus polvos estelares,
y también
contribuyó la luna con sus rayitos de luz más tiernos y brillantes.
Cuando Santa
Claus ya trepado en su trineo cargado se despedía
Notó que
su pino otra estrella tenía.
Aquello
le dibujó una enorme sonrisa.
¡Jo, jo,
jo! –reía– ¡pequeño duendecito, que inteligente eres! ya lo sabía
que la
estrella rota repondrías.
Feliz
Navidad a todos! ¡Y feliz Navidad a las estrellas que desde el cielo nos
observan y nos guían!
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DERECHOS RESERVADOS ELIZABETH SEGOVIANO ©COPYRIGHT 2016
Me encantan los cuentos de Navidad, tienen tanta magia.
ResponderEliminarAmigos duendes, estrellas, lunas, trineos y Santa Claus.
Abrazos y besos,Eliz.