jueves, 1 de octubre de 2020

EL CATALEJO LAPISLÁZULI PARTE VI




PARTE VI

HILOS ENREDADOS, HILOS ROTOS

 

Los días en la librería eran felicidad absoluta para Bruno. Había aprendido mucho acerca de las constelaciones, pues eran importantes para los Dorímas; de ellas extraían su fuerza y poder de ensoñación. Bruno ya podía dominar las nubes y controlar a la perfección su broche mágico. También estaba leyendo muchos libros hermosos y hasta había aprendido a hablar el idioma gato del pequeño Sherlock.

 

Fue a mediados de julio cuando Tolvedier le pidió a Bruno subir a la azotea del  edificio, después de una tormenta tan grande como la que lo había dejado a las puertas de la librería por primera vez. El cielo limpio y nítido colmado con las coloridas pinceladas del atardecer, ya mostraba las primeras estrellas. Abajo, la gente caminaba contenta en los parques que olían tan fresco; la ciudad entera olía delicioso, a lluvia y algodón de azúcar, a pan recién horneado, papas fritas, emparedados, y hotcakes, porque eran días de feria y todo se sentía como una gran celebración. Había muchas calles adornadas con luces y pequeños toldos a rayas de colores ofrecían pequeños juegos de destreza para ganar premios y juguetes. También había músicos con grandes y felices acordeones y panderetas o guitarras y armónicas. Desde la azotea, todo y todos parecían felices.

-¿Qué hacemos aquí Tolvedier? -decía curioso el niño.

-Quiero explicarte lo de los hilos rotos o enredados. Fíjate bien en las personas allá abajo ¿qué ves?

Bruno se quedó un rato observando a la gente, al principio no notó nada fuera de lo común, pero luego de unos minutos pudo ver que cada persona, e incluso hasta las mascotas, tenían una ligera luz roja que los envolvía, era muy finita, parecía un cordón, o mejor dicho, un fino hilo rojo.  

-Veo un hilo de luz roja que envuelve a todos.

-Así es Bruno. Hay una leyenda japonesa en la que se dice que las personas que están destinadas a estar juntas, tienen este hilo rojo que a veces puede enredarse, estirar o contraer, pero que es irrompible. Sin embargo, esta leyenda es un poco inexacta. En efecto, poseemos este hilo rojo de energía que nos conecta, pero nos conecta con todos a quienes amamos, y también nos conecta con nuestros sueños. Por eso puedes ves ese delicado hilo en los perritos, gatos, pajarillos y mascotas que tenemos. Con ellos también tenemos esta conexión increíble, no solo con nuestra familia y amigos. Lo que ocurre, es que este hilo si puede llegar a romperse o enredarse. Cuando un hilo como este se rompe, podemos llegar a sentirnos muy tristes, el hilo también puede romperse cuando perdemos a algún ser querido. Como cuando perdiste a tu abuelo, pero tu hilo con él no está roto, solo se estiró. ¿puedes sentirlo Bruno?

 

El niño cerró los ojos, pensó en su abuelo, antes le dolía pensar en él, pero ahora era diferente, desde que Tolvedier le dijo que su abuelo siempre estaría con él. Ahora cuando pensaba en su abuelo, podía sonreír, y lo sentía cerca.

-Puedo sentirlo. -Bruno se miró y contó al menos una docena de finos hilos. ¿Todos estos hilos son míos Tolvedier?

-Si amiguito, tienes los hilos con tus abuelos, tus padres, con tus amigos del colegio, con Sherlock y hasta conmigo. Yo también tengo uno contigo.

-¡Eso es muy bonito! ... Pero ¿y que se puede hacer con los hilos enredados y rotos?

-Ahí es donde entra el trabajo de los Dorímas, y ahí es donde entramos tu y yo. Según nuestro libro de mapas, en esta ciudad hay por lo menos cincuenta hilos rotos, y un montón que se han enredado. Estos días he estado trabajando en una nueva maquinaria que nos ayudará a encontrar a todas esas personas, y cuando lo hagamos ¡será hora del espectáculo!

-¿Qué dices? ¿Cuál espectáculo?

-Los hilos rotos y enredados no se pueden reparar como la ropa Bruno, necesitan música, magia, palabras secretas que puedan curar.

-¿Y cómo haremos eso?

-¿Acaso no me habías dicho que querías ser un mago y presentarte ante la gente?

-Si, pe... pero

-¡PUES ESO HAREMOS! ¡Aprovecharemos los días de feria de este maravilloso verano, les daremos toda la magia que necesitan Bruno!

 

Bruno abrió los ojos como platos y se sintió muy nervioso, pero también comenzó a sentir una emoción inmensa, una como nunca antes había sentido, eso hizo latir a su corazón muy fuerte y sonrió mirando la ciudad a sus pies mientras las estrellas ya brillaban en el oscuro firmamento.

CONTINUARÁ...  

PARTE 7:https://sognareprofundere.blogspot.com/2020/10/el-catalejo-lapislazuli-parte-vii_16.html

PARTE5:https://sognareprofundere.blogspot.com/2020/10/el-catalejo-lapislazuli-parte-v.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario